Alrededor de 50 líderes religiosos, representantes de diferentes creencias, organizaciones ecuménicas, miembros de comunidades indígenas y expertos en clima se reunieron en Brasilia para emitir un fuerte llamado a la acción climática antes de la COP30.
El documento “Un Llamado a la Acción rumbo a la COP30” fue entregado a la Ministra de Medio Ambiente y Cambio Climático de Brasil, Marina Silva, durante su visita al grupo en el último día de la reunión.
El texto reflexiona sobre la actual realidad de la emergencia climática y, en particular, sobre las consecuencias irreversibles del cambio climático. La COP30, la conferencia climática de la ONU, se llevará a cabo en noviembre de 2025 en Brasil.
“Nuestros territorios, que entendemos como sagrados, están siendo destruidos”, afirma el documento. “Somos testigos de la destrucción de la Amazonía, de otros ecosistemas y de los pueblos que allí viven, causada por la agricultura a gran escala, la minería y la extracción de combustibles fósiles.”
El documento destaca que estas actividades, en nombre del “progreso”, solo buscan la acumulación ilimitada y concentrada de capital. “Quienes protegen nuestras tierras—defensores del medio ambiente y de los derechos humanos—están siendo cada vez más perseguidos”, señala el texto. “El camino hacia la COP30 no puede caer en las trampas de los últimos años: estancamiento en la eliminación de los combustibles fósiles, acuerdos de última hora y promesas incumplidas sobre financiamiento climático.”
El documento, que enfatiza que los gobiernos deben responder a la emergencia climática y actuar con la urgencia necesaria, solicita que los gobiernos y la comunidad internacional cumplan las promesas de financiamiento climático, garanticen la implementación total del Fondo de Pérdidas y Daños, aceleren una transición justa para reducir la dependencia de los combustibles fósiles, apoyen a las comunidades en la adaptación al cambio climático y prioricen las voces de quienes son más afectados por la crisis climática.
“Los compromisos asumidos en la COP29 quedaron muy por debajo del financiamiento necesario para que los países en desarrollo enfrenten el cambio climático”, destaca el documento. “El Fondo de Pérdidas y Daños debe ser operacionalizado de inmediato, con acceso simplificado y prioritario para las comunidades afectadas.”
El mensaje también señala que la falta de acción para eliminar gradualmente los combustibles fósiles pone en riesgo nuestra casa común, así como la propia supervivencia de los Pueblos Indígenas y las comunidades locales.
“Pedimos compromisos en la COP30 para la transición hacia un 100% de energía renovable y la eliminación progresiva de los subsidios a los combustibles fósiles, redirigiendo esos recursos hacia el desarrollo sostenible”, afirma el documento. “Las comunidades de América Latina y el Caribe enfrentan impactos climáticos devastadores y recurrentes, demostrando resiliencia y creatividad en su adaptación.”
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